Nota: El método usado para cocinar los huevos funciona mejor cuando se cocina en cantidad (10 huevos). Si cocinas en cantidades más pequeñas, ajusta cocinando los huevos en sartén o revolviéndolos, etc.

Precalienta el horno a 375 °F (190 °C).

Bate los huevos con la leche, sal y pimienta.

Usa spray de cocina para engrasar una bandeja de hornear de 9x13. Vierte los huevos en la bandeja en una capa uniforme.

Hornea por aproximadamente 25-30 minutos hasta que estén esponjosos y dorados y un cuchillo insertado en el centro salga limpio. Deja enfriar por completo.

Mientras los huevos se cocinan y enfrían, cocina el tocino según su paquete y colócalo sobre papel absorbente hasta que esté completamente frío.

Tuesta los muffins ingleses.

Con una espátula, levanta los huevos de la bandeja y colócalos sobre una tabla de cortar. Hazlo con cuidado para levantar los huevos en una sola lámina sin romperla.

Usa un cortador de biscuits o un vaso del tamaño aproximado de tus muffins ingleses para cortar 6 rondas de huevo. (Los recortes se pueden usar para hacer sándwiches extra si tienes muffins adicionales.)

Arma los sándwiches colocando la mitad inferior de los muffins ingleses y cubriendo con una ronda de huevo, una rebanada de queso y una rebanada de tocino crujiente. Coloca la tapa del muffin encima.

Envuelve cada muffin individualmente con papel de aluminio o papel encerado (anota la fecha y el contenido del sándwich en el envoltorio) y coloca todos los sándwiches en un recipiente o bolsa para congelar.

Congela hasta 1 mes.

Para recalentar: coloca el sándwich en un plato apto para microondas forrado con una toalla de papel (ayuda a evitar que el pan se humedezca). Calienta en el microondas por aproximadamente 90 segundos o hasta que esté caliente. Tuesta la tapa del muffin por separado para un pan más crujiente. Sirve.