¿Te parece que cuando llega el verano la rutina de tu familia se descontrola por completo? A veces, con todo el ir y venir durante los días más calurosos de la temporada, mantener hábitos alimenticios adecuados es difícil. Entre las citas de juego, los partidos, los viajes familiares y los picnics, las decisiones inteligentes pueden quedar en segundo plano. Prueba estos excelentes consejos para ayudar a tu familia a comer bien y de forma saludable este verano.
Comamos fuera. Una de las mejores cosas del verano es comer al aire libre. Los picnics, las barbacoas y los encuentros comunitarios son maneras maravillosas de disfrutar la temporada. Hay algo en sentarse al sol y al aire libre y saborear buena comida que no tiene comparación. ¿Planeando un picnic? Country Living señala que la clave del éxito está en elegir un buen lugar para picnic. Asegúrate de extender la manta en un sitio con sombra adecuada para proteger a los miembros de la familia del sol y el calor. ¿Listo para encender la parrilla? Asar a la parrilla es el epítome de la comida veraniega. Prueba estas recetas de acompañamientos y platos principales saludables y deliciosas que son perfectas para toda la familia.
Maneja con cuidado. Si vas a llevar tu comida a la calle, sé consciente de la forma de manipular los alimentos correctamente. Recuerda que muchos lugares al aire libre a los que quizá quieras ir no ofrecen agua corriente, y mucho menos una cocina completa. Una sugerencia es hacer la mayor parte de la preparación de los alimentos en casa, aunque no deberías preparar comidas más de un día antes.
Lava y corta verduras y frutas, y marina la carne con antelación. Sin embargo, algunos expertos señalan que nunca debes reutilizar las marinadas; incluso si es para la misma comida, remojar carne cruda en una marinada y luego usar esa misma marinada en una ensalada o en pasta es demasiado arriesgado. Además, empaqueta los alimentos por separado para evitar la contaminación y lleva utensilios separados para alimentos crudos y alimentos cocinados. Incluye recipientes limpios con tapas para las sobras y suficiente hielo tanto para transportar la comida a tu destino como para traerla de vuelta a casa. Y, por supuesto, mantén las manos limpias a la hora de comer o preparar alimentos. Empaca toallitas húmedas, desinfectante de manos y toallas de papel para cubrir las necesidades básicas.
Mantente hidratado. Beber suficiente agua en los días calurosos de verano puede ser todo un reto, sobre todo con los niños. Pero sin una ingesta adecuada de agua, Forbes explica que tú y los miembros de tu familia están en riesgo de fatiga, mareos, estreñimiento, calambres musculares y dolores de cabeza. Si descubres que el único lugar donde tus hijos se acercan al agua es la piscina, ofréceles frutas y verduras.
Según algunos expertos, algunos de estos bocadillos saludables contienen hasta un 96 por ciento de agua. El pepino, los tomates, el apio, los duraznos y, por supuesto, la sandía son deliciosas opciones con alto contenido de agua. Y para los adultos del grupo, evita las bebidas alcohólicas en los días en que todos corren un riesgo especial de deshidratación. El alcohol puede hacer que orines con más frecuencia, lo que podría provocar que la deshidratación aparezca mucho más rápido.
Aprovecha los electrolitos. Si tú y los niños están jugando intensamente en días calurosos, es probable que sudéis mucho. Asegúrate de que los miembros de tu familia estén reponiendo los electrolitos del cuerpo. Los electrolitos son necesarios para mantenerse hidratado y para que la mente y el cuerpo funcionen correctamente. Muchos padres conocen algunas de las bebidas con electrolitos que hay en el mercado. Sin embargo, muchos niños las rechazan. Afortunadamente, hay alternativas satisfactorias y saludables en forma de alimentos sabrosos. Intenta tener a mano frutas deliciosas como la sandía, el mango, las cerezas, el plátano y las fresas para reponer los electrolitos en el calor.
Delicias de temporada. Una de las mejores cosas del verano es la maravillosa oportunidad de disfrutar buena comida. Planea las comidas y las salidas con cuidado y evita poner en riesgo la salud de nadie. Con algunas estrategias inteligentes, la alimentación veraniega será completa, saludable y divertida.
Por: Dylan Foster